El poema que cayó a la mar en la Marina de México



La teniente Carmelita Juárez Sánchez, quien organiza al lado del Maestre David Agustiniano los importantes concursos El niño y la mar, La Juventud y la Mar y Memorias del Viejo y el Mar, que auspicia la Secretaría de Marina de México, habla de su experiencia con El Poema que cayó a la Mar.

Nunca tengas prisa



Nunca tengas prisa
ni para una risa.
Nunca te aceleres
por ser lo que no eres.
Nunca te apresures
si bajas o subes.
Nunca le hagas daño
al poco tamaño.
Guarda siempre un sueño
aunque sea pequeño.
Todo lo consigues
si sigues y sigues.
Todo lo serás
con sólo esperar.
Llegarás muy alto
con pequeños saltos.
Y el tamaño es nada:
está en tu mirada.
Y un sueño es muy guay:
da lo que no hay.
Nunca tengas prisa.
Las cosas hermosas
son muy despaciosas.