LOLES: Escribir es ser


Publicado en junio de 2011, este libro de poesía para niños de Aurelio González Ovies se llama Loles y Loles es una palabra clara, un ser de profundidad y de sueño elegido por la vida para escribirse en ella.

Breve texto infinito el que el poeta ha extendido para que su Loles respire con levedad onírica, con esa potencia que sólo acontece en los silenciosos instantes de la infancia donde la soledad universal y cósmica revela al niño su estrellada e intensa compañía.

Revelación que convertida en recuerdo se constituye en el adulto en un manantial. Suscitado, resucita ese sueño incomparable, ese anhelo de ser, que puede expresarse en un primer momento como una negación, que es el caso de Loles, que de pequeña...

odiaba los libros
y siempre borraba
toda la escritura.

Pero Loles no tarda en desdecirse, en trabajar para producirse, para suscitarse en la existencia al resucitar y reescribir esas letras. Las palabras sueñan y si sueñan bien, se convierten en realidad y en vida, en rosas y gozos, en cosas de pintura y en mentiras tan ciertas como verdades tan puras.

Leemos a Aurelio a través de su Loles y soñamos a Loles a través de sus fehacientes ilusiones. Porque la poesía que a los niños dirige el poeta asturiano sueña al mundo tan de nuevo que nos renace en él a todos los lectores. Nos sitúa en el centro de nuestra infancia, nos borra la dualidad y nos rehace en unidad posible de cosmos y sueño, de realidad y deseo, de prosa y de verso.

Escribir, para Loles, es ser. Necesidad profunda. Labranza en la página y sus surcos de tinta para cosechar al mundo bien soñado. Voluptuosidad de las letras, de los rasgos anchos, extendidos sobre la generosidad sin límite de la página que el ilustrador, Julio Antonio Blasco, ha recreado con maestría notable, elevando un himno visual al papel cremoso, a los cuadernos en blanco y promisorios, a la cuadrícula que libera al pensamiento. Aves surcan estos cielos de cuaderno transportando trinos, letras y premios y la tridimensionalidad es tan efectiva que podemos jugar a levantar objetos, a tomar el lápiz que ofrece Loles y con nuestra mano, escribir más sueños y soñar más versos. (María García Esperón)



Loles
Aurelio González Ovies
Ilustración: Julio Antonio Blasco
Pintar-Pintar Editorial
Asturias, España, 2011

Caracol, en FELIMAZ 2012









Un poema a todas las madres


Un poema a todas
las madres que existen,
a las que nos peinan
y a las que nos visten.
Un poema a todas
las madres del mundo
porque hacen milagros
de un guisante crudo.
A las que aunque estén
con fiebre y anginas,
nos fríen abrazos
y asan sonrisas.
A las que de siempre
nos quieren ya tanto
que rebosan sueños
mientras tragan llanto.
A las que del pez
fiero de la vida
nos sacan la carne
y comen la espina.
A las que envejecen
con grietas y grumos
de exprimirse a diario
para hacernos zumos.
A las que ya están 
sobre nuestra cuna
borrando la noche
y pintando lunas.
A las que nos cubren,
defienden y abrazan
incluso si duermen,
incluso si faltan.
A las que los años
casi se les pasan
entre planchar fuerzas
y limpiar la casa.
Un poema a todas
estas siemprevivas
que sirven de fuelle
y aguantan de viga.
Un gracias a todas
estas madres nuestras
que son cocineras,
modistas, maestras;
y adornan bizcochos
o administran cuentas
y trenzan toquillas
o zurcen sorpresas.
A las que aún están
o son ya estrellas.

©Aurelio González Ovies

La magia de MI MADRE

Mi madre no sabía idiomas
pero hablaba con las fresas,
me hacía ensalada rusa
                               y tortilla a la francesa.                                                            

Job Sánchez Julián, artista visual e ilustrador del álbum de poesía "Mi madre", escrito por Aurelio González Ovies, visita el C.P La Ería con motivo de las actividades y jornadas conmemorativas del 23 de abril, Día del Libro 2012.
Fuente: Pintar-Pintar

La primavera


En bicicleta llega
la primavera
y trae un mandilón
y una pamela.
Azul el canesú
como los lirios,
y los bolsillos rojos
como las fresas.
En la pamela tiene
un lazo y una cinta,
amarillo con blanco
de margarita.
En bicicleta viene
la primavera
y su bici es tan verde
como la hierba.
Como los girasoles
son las dos ruedas
y por donde ella pasa
saldrán violetas.


© Aurelio González Ovies